El encuentro de Benedicto XVI con los jóvenes profesores me ayudó a concretar esa intuición y comprender en toda su extensión la grandeza de mi misión. Mi puesto en el aula no se limita a contribuir a la formación de profesionales competentes, mi misión es mucho más completa y profunda, supone, como expuso magistralmente mi querido Papa en aquella preciosa mañana de agosto, guiar a los jóvenes en su búsqueda “de la verdad propia de la persona humana” y para ello es necesario quererles y comprenderles, con el objeto de “suscitar esa sed de verdad que poseen en lo profundo”
Razón abierta: el legado de Benedicto XVI a través de sus discursos
A través de algunos discursos pronunciados por el Papa Benedicto XVI nos adentramos a ciertas nociones de uno de los más grandes pensadores de nuestro tiempo: sobre la relación entre fe y razón, de la Teología y de la Filosofía y sobre la razón abie ...