María Lacalle, directora del Instituto Razón Abierta, ha sido la encargada de inaugurar el Congreso en su quinta edición bajo el título “El ser humano en la ciencia contemporánea”. Durante su intervención, ha expuesto que existe una gran responsabilidad en el mundo actual para hacer una ciencia más humana y trabajar en la unidad del saber sin evadir las dificultades. Se refirió a Juan Pablo II cuando exhortó a estudiar los graves problemas contemporáneos como la dignidad humana, la promoción de la justicia, la protección de la naturaleza, la búsqueda de la paz y un nuevo ordenamiento económico que sirva mejor a la comunidad. La investigación, a su juicio, debe dirigirse a la raíz de los problemas buscando soluciones creativas.
MESAS REDONDAS
La educación: un camino hacia el sentido
La primera mesa redonda titulada «La educación: un camino hacia el sentido» ha girado en torno a la reflexión sobre la educación integral. El foco de la tertulia protagonizada por John Slattery, Curtis Baxter, James Arthur, Verónica Fernández y moderada por Antonio Sastre, ha sido la educación como concepto amplio, la superación de la mera instrucción y transmisión de conocimientos, dirigida a acompañar al estudiante en el camino de plenitud, desarrollando todas sus dimensiones para alcanzar la felicidad. Una educación, por tanto, encaminada a hacerse preguntas últimas que afectan a la médula de la existencia, ya que, aunque en las aulas pueda parecer que hay indiferencia, en el corazón de cada alumno descubre el anhelo de respuestas.
El asombro por el mundo a través de la física cuántica y la ecología
Michael Taylor propone descubrir la metafísica del don para apreciar la belleza de la creación. el asombro, en términos filosóficos, demuestra la humildad que hay que tener ante la razón, pues se expone a una realidad objetiva sobreabundante que se hace inteligible. Ha explicado que el mundo comunica verdad y belleza para que el ser humano reciba el don del asombro y esto, precisamente, hace recordar que el hombre es limitado, pero que también puede abarcar una porción de la realidad.
Javier Sánchez Cañizares ha remarcado que el asombro del científico parte de vivir en un mundo que no es caótico, de saber que dentro de unos segundos no estallará en mil pedazos, puesto que se dan una serie de patrones estables. “Es parte del sentido del misterio”, apreció el profesor Sánchez Cañizares, pero no como un exceso que muestra los límites humanos, sino como un asombro sobre la capacidad de entender cómo funcionan los procesos de la naturaleza, algo que ya reconocía el propio Albert Einstein.
¿Estamos determinados física y psicológicamente? Neurociencia y Psicología en diálogo
Therese Lysaught ha descubierto junto a sus compañeros de investigación de dónde sale la idea de que la neurociencia esté determinada. Se dieron cuenta de que había una correlación entre la economía y la virtud, ya que si había prosperidad era por ser virtuoso, de manera que toda una antropología cultural estaba enraizada en la versión más reciente del homo economicus. Y, además, encontraron que existía un supuesto de determinación biológica, basado en la medicación y la reducción de los problemas psicológicos a una cuestión genética, que se aleja del modelo centrado en la persona y desatiende el contexto social. Por eso, ha animado a crear espacios de apertura que aborden preguntas pertinentes y establezcan un diálogo interdisciplinar.
Biología y Biotecnología al servicio de la pregunta por el hombre
CEREMONIA DE LOS
PREMIOS RAZÓN ABIERTA
La Ceremonia de entrega de premios, que concluyó el Congreso Razón Abierta, reunió a los ganadores de la IV y V edición que, por motivo de la pandemia, no pudieron recibir su galardón en cursos anteriores.
El rector de la Universidad Francisco de Vitoria, Daniel Sada, y el secretario ejecutivo de la Fundación Vaticana Joseph Ratzinger-Benedicto XVI, Pierluca Azzaro, dieron unas palabras de bienvenida en las que felicitaron a los ganadores y resaltaron la importancia de la misión de los Premios Razón Abierta en el mundo universitario como servicio a la sociedad.
Los ganadores de ambas ediciones subieron al estrado a recibir su galardón y agradecieron a sus universidades e instituciones de origen y a sus equipos de trabajo. Todos resaltaron que el fruto de su trabajo no habría sido posible sin sus equipos y comunidades de referencia.
LOS GANADORES Y SUS TRABAJOS

4ª Edición
Teaching Character Virtues – A Neo-Aristotelian Approach
James A. Arthur (University of Birmingham).
Catholic Christian Meta-Model of the Person: Integration of Psychology and Mental Health Practice
Paul C. Vitz, William J. Nordling y Craig Steven Titus (Divine Mercy University).
Human Embryos. Human Beings . A Scientific and Philosophical Approach
Samuel B. Condic (University of St. Thomas, Houston) y Maureen L. Condic (University of Utah).
What’s the matter? Toward a neo-Aristotelian ontology of nature
William M. R. Simpson (University of Cambridge).
5ª Edición
Science for seminaries
John Slattery, Curtis L. Baxter, Katharine Hinman y Jennifer J. Wiseman (American Association for the Advancement of Science).
What it means to be human: the case for the body in public bioethics
Carter Snead (University of Notre Dame)
Biopolitics after neuroscience: morality and the economy of virtue
Jeffrey Bishop (Saint Louis University / Albert Gnaegi Center for Health Care Ethics), Andrew Michel (Vanderbilt University School of Medicine) and Therese Lysaught (Loyola University Chicago).
The foundations of nature: metaphysics of gift for an integral ecological ethic
Michael Dominic Taylor (Edith Stein Philosophy Institute / International Laudato Si´Institute)
Mención de Honor
The Gospel of Hapiness
Christopher Kaczor (Loyola Marymount University)