Biografía

INVESTIGACIÓN

Carter Snead

What it means to be human: the case fot the body in public bioethics 

Carter Snead es profesor de Derecho y director del Centro de Ética y Cultura de Nicola en la Universidad de Notre Dame. Es uno de los principales expertos del mundo en bioética pública, es decir, en la gobernanza científica, la medicina y la biotecnología en nombre de los bienes éticos. Su investigación explora cuestiones relacionadas con la neuroética, el perfeccionamiento de la especie, la investigación con embriones humanos, la reproducción asistida, el aborto y la toma de decisiones al final de la vida. Es autor de What It Means to be Human: The Case for the Body in Public Bioethics (Harvard University Press, octubre 2020), elegido por el Wall Street Journal como uno de los «Diez mejores libros de 2020».

Ha sido asesor general del Consejo de Bioética del presidente Bush, principal negociador del gobierno estadounidense en la UNESCO para la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos, y observador permanente de Estados Unidos en el Comité Directivo de Bioética del Consejo de Europa. Entre 2008 y 2012, formó parte del Comité Internacional de Bioética de la UNESCO, un órgano de 36 expertos independientes que asesora a los Estados miembros en materia de bioética, derecho y políticas públicas. El CIB es la única comisión de bioética del mundo con un mandato global. En 2016, fue nombrado miembro de la Academia Pontificia para la Vida, el principal órgano asesor en materia de bioética del Papa Francisco. También es miembro electo de The Hastings Center, el instituto de investigación bioética independiente más antiguo del mundo.

 

Sobre What it means to be human 

What It Means to be Human: The Case for the Body in Public Bioethics (Harvard U. Press 2020) presenta dos argumentos fundamentales, uno metodológico y otro sustantivo. En primer lugar, dado que el propósito del derecho es proteger y promover el desarrollo de las personas, siempre está necesariamente basado y animado por un conjunto de presupuestos sobre lo que son los seres humanos y lo que constituye su prosperidad. En consecuencia, el método más rico y explicativo para entender el derecho en general, y el derecho y la política pública en materia de bioética («bioética pública») en particular, es un análisis «antropológico» inductivo destinado a descubrir la visión de la persona que subyace en el derecho. En el fondo, el libro sostiene que cuando se aplica este modo de investigación antropológica a los conflictos vitales de la bioética pública (la ley y la política pública relativas al aborto, la reproducción asistida y la toma de decisiones sobre el final de la vida y el suicidio asistido), surge una visión de la persona como atomizada, solitaria y definida esencialmente por su capacidad de formular y perseguir planes futuros de su propia invención. Esta imagen incompleta y, por tanto, falsa de la vida tal y como la vive el ser humano, constituye una base muy pobre para el derecho y la política de la bioética. Lo que se necesita, y lo que el libro ofrece, es un «correctivo antropológico» que tome en serio la encarnación humana y los dones y desafíos asociados que surgen de nuestra vulnerabilidad, dependencia mutua y límites naturales. En pocas palabras, el libro sostiene que, en virtud de nuestra vida como seres encarnados y frágiles en el tiempo, estamos hechos para el amor y la amistad. Para que la ley sea verdaderamente sabia, justa y humana, debe basarse en esta verdad.